domingo, 2 de agosto de 2009

Llamale como quieras

Orrait, comencemos por aclarar que me embarqué en lo que conocemos como "dieta". Sí, una vez más. Según palabras de mi pardre "Jimena vive a dieta", y cuánta razón tiene! Pero me vas a decir que soy la única? De eso se trata la vida (?) De hacer dieta, tentarte, caer en la tentación, y cuando decidís librarte del mal, volver a intentar, sabiendo que el próximo domingo, tirarás tu régimen al mismísimo carajo.
Y así vivimos la gran mayoría de las mujeres.
Por otro lado, los hombres, grandes aliados en este aspecto, son cómplices de nuestra gordura, pero intentan reanimarnos bajo frases tan hechas como la que usamos nosotras ("No, mirá lo gorda que estoy"), alegando mentirosamente un "Pero si no sos gorda!".
En fin, digan lo que digan seguiré con mi dieta proteica que consiste en no comer harinas, verduras ni frutas por unos días, y recibir por parte de las proteínas que contienen alimentos como lácteos, carnes y... ¿gelatina light?, un efecto yoking para tu organismo.

Yoking es lo que estoy teniendo en mi cabeza desde hace unos días, ya sabemos, que los primeros dos son divinos y al menos, psicológicamente notás mejorías. El domingo se me complicó bastante pero ponele que mañana lunes doblegás la hambruna y lesto.

Aquínoapasaoná.

En fin, como siempre, venía a contar algo interesante, pero un reflejo inconsciente atravesó mis pensamientos, y en contra de la proteica terminé escribiendo esta sssarrrta de gilipoliadas.

Vieron que ahora está de moda reencontrarse con compañeros de la primaria y la secundaria?
Bah, lo digo por mi vieja, y algunos otros adultos bien mayores que escuché hablar del tema.

Será que en un momento dado de tu vida, cuando ya te divorciaste y tus hijos están grandecitos, el facebook te aburrió, no queda otra que hacer una regresión a la niñez y de ahí tomar dos rumbos posibles:

*Volverte un pendeviejo
*Reencontrarte con viejas amistades.

Con el primer caso, por suerte no me tocó.

Con el segundo ejemplo, me resulta gracioso el tema de buscar a tus compañeros de primaria, que no ves hace 30 años, y que nunca más hablaste con ninguno porque por diversos motivos de la vida en el secundario te rodeaste de otras gentes.

Por lo tanto, concluiré en que este tipo de reencuentro ¿emotivo? desemboca en tener que volver a conocer a todos tus compañerillos, porque imaginate que la última vez que hablaste con ellos, tenías 12 años. Y cuando la gente crece, dicen, que cambian.
Sou, esta conclusión me lleva a afirmar que es una necesidat de las personas que pasaron los 35s, de regenerar sus relaciones interpersonales, y qué mejor que organizar una reunión de ex compañeros.

No quiero garcear para arriba, porque quizás dentro de 22 años me encuentre en esta situación, y con pocos amigos, y sin marido, así que mejor me callo.

Bueno queridos, sepan disculpar mi hemorragia, digo, mi verborragia literaria, es que cuando escribo, hago de cuenta que toco el piano.

Ahora me estoy despidiendo al compás de "Para Elisa"...

Y Motzart ... piribiri bí, piri biri bí...

Que tengan buen comienzo de lunes!!! Yo por suerte voy a descansar de la intolerable presencia de mi hno pequeño y madre, puesto que deben volver a vivir sin vacaciones.

Adieu

1 comentario:

Mora dijo...

Que locura reencontrarse con los compañeros tanto tiempo despues, siempre lo pienso. ajaja