miércoles, 27 de mayo de 2009

¿?

Desearía en este momento dejar de pensar tanto en las consecuencias. Sinceramente mi manera de ser es detestable. Cada día me convenzo más, de que la gente ignorante, y con eso no me refiero sólo a los que no pudieron ir a la escuela, sino a un estado de ignorancia mas espiritual (?), más profundo. Una persona ignorante de las consecuencias que puede traer algo aparejado, es también inconsciente de lo que hace, y por eso es justificable, hasta inimputable. Yo no me refiero a esos estados tampoco, sólo quería decir, que aquellos que no viven pensando en el por qué y para qué, o bien, los que no se maquinan con cosas que viven día a día, son ignorantes felices.
Yo, por pensar tanto, por abrir los ojos cada vez más, me amargo también proporcionalmente.
No es que viva amargada, pero, tú sabes, está siempre presente el "saber demasiado", y siempre me pregunto, si vale la pena.

2 comentarios:

Juan Sabatez dijo...

Las chicas fellinescas surgieron de la observación -y poca comprensión de mi parte- de lo que me sucedía alrededor, en el marco de una fiesta de disfraces. Todo era muy Fellini, y alguien dijo por ahí que tambien había un tinte almodovariano.
Puede ser. En el dibujo eso no está.

Con respecto a Dolores, ella es un personaje imposible. Jamas existió, aunque existió la chance de que alguna vez naciera. En todo caso, por ser un personaje ficticio, quise hacerla así, con unas buenas tetas y simpática... una jipi linda. Así me la imagino, así creo que ella sería. Sé que la retomaré, y la desarrollaré, porque si no llegó a ser carne y hueso, al menos será papel.

Respecto a lo que decis en tu post, te digo que tenes razón. Mientras más uno conoce/sabe, más responsabilidad tiene. Al no conocer, de alguna forma uno se puede justificar, pero si ya está en pleno conocimiento de cualquier tipo de cosa (sea "calle" o conocimientos específicos de libro) el manejo de esa información es responsabilidad propia, y genera un juicio crítico hacia lo que nos rodea.
Es complicado, porque saber implica tener un compromiso con uno, con lo que sabe, y con los demas.

Y sí: puede amargarte la existencia. O todo lo contrario.

elRober dijo...

Saber demasiado vale la pena cuando nadie sabe que uno sabe demasiado.
É así é...

Beso, me encantó tu blog.